(GDA)
En
muchos países, "basura" es sinónimo de "desperdicio". En
Oslo, la capital de Noruega, ya no. La ciudad superó la capacidad de procesar
los residuos que producen sus 1,4 millones de habitantes y ahora importa
desechos de otros países para alimentar las plantas que generan calefacción y
electricidad.
Este es el
resultado de un compromiso que abarca a todos los noruegos, del más grande al
más chico, en un país donde cuidar la naturaleza es prioridad nacional.
"La
separación de la basura en bolsas de diferentes colores, implementada desde
hace algunos años, nos obligó a tomar el hábito de pensar siempre de qué
materiales está hecha cada cosa antes de tirarla", explica Kjersti Album,
la madre de Olav, una licenciada en Ciencias Políticas de 38 años.
La separación por
colores no es un esfuerzo inútil. Los camiones recolectores dan a cada bolsa un
destino diferente, ya que los lectores ópticos de las plantas procesadoras
están calibrados para diferenciar colores. Y de todo se saca alguna utilidad.
Entre otras
aplicaciones, las escuelas de Oslo reciben electricidad de estas plantas y casi
la mitad de la capital noruega cuenta con calefacción gracias al procesamiento
de los residuos domiciliarios.
Donde otros ven "desperdicios", los noruegos encuentran un potencial energético.
Donde otros ven "desperdicios", los noruegos encuentran un potencial energético.
IMPORTANDO BASURA
Pero con tanta
eficiencia, Oslo se fue quedando sin basura para sus plantas y desde el 2009
comenzó a importarla de municipios de Inglaterra. "Ya el 12 % de los
residuos que utilizamos para hacer funcionar nuestra planta de Klemetsrud, en
Oslo, es importada", explicó Pal Mikkelsen, director general de
Energigjenvinningsetaten (la agencia municipal que procesa la basura).
Junto a la
utilización de la basura como energía y su reducción, otra ambiciosa meta que
se fijó el gobierno comunal es disminuir el uso del petróleo, un tesoro que
paradójicamente tienen en abundancia. Aspiran a bajar a la mitad la emisión de
los gases de efecto invernadero (CO2) para 2030, convirtiendo a la ciudad en
una de las más verdes del planeta.
0 Comments:
Publicar un comentario